jueves, 13 de junio de 2013


 



Pintaré de temblor nuevamente mi esquina, esperaré la próxima lluvia, pondré una vez más en su mesa mi vida ajena de sensaciones y apretaré en mis manos las flores que dejaré en mi tumba 


La última carta


ESTA ES LA ÚLTIMA CARTA A TI. PERO SERÁ UNA CARTA PÚBLICA. SE LA ENVIARÉ A TODOS LOS QUE EN ALGUN MOMENTO HAN ESTADO EN CONTACTO CON NOSOTROS PARA QUE CONOZCAN NUETRA VERDADERA HISTORIA. NUNCA MAS LAS PAREDES DEL UN HOGAR DEBEN ENCERRAR TATO SUFRIMIENTO Y TANTA MISERIA EN EL ALMA DE LOS QUE CON TRAMPAS, PREVALICACIONES, MENTIRAS Y DISCULPAS, LLENAN MUCHOS AÑOS DE SUS VIDAS APARENTANDO POR FUERA LO QUE NO SON PARA LOS SUYOS,  NO SOY UN DESMEMORIADO, AL MARCHAR DE CASA ME TRAJE TODAS MIS AGENDAS EN LAS QUE CON BREVES NOTAS DE MI VIDA CONTIGO ESTÁ APUNTADO


martes, 11 de junio de 2013

Nace Clara

NACIMIENTO DE CLARA




En el año 97 todo sigue igual, menos en un par de aspectos: uno comienza un proceso congresual en CC.OO que me aparta de la Ejecutiva Provincial. Otro, después del verano tú me pides un hijo. Mira que lo intentamos, pero el stres del congreso (Eso siempre lo dijiste tú) o alguna otra cosa impidió el embarazo. Me reincorporé a mi puesto de trabajo: Antibióticos, Departamento de Investigación, Planta Piloto de Química. Y al poco tiempo, ya en el 98,  quedaste embarazada de Clara. Yo estaba trabajando de mañana, era un día de Junio que amaneció con nubes, amenazando tormenta, con una temperatura suave, luz difusa y extrañamente silencioso, poco tráfico, poco bullicio mientras me dirigía en taxi hasta el hospital, subí al paritorio. Tú estabas en el pasillo y me dijiste: “Vive. Fue muy fácil, como es tan pequeña no me enteré hasta que la oí llorar. La han llevado hasta las incubadoras”.  Fui a verla. El Dr. Calvo me preguntó cómo se iba a llamar y allí mismo la puse su nombre. “CLARA”. Era pequeñísima, con una piel sonrosada y  transparente a través de la cual se la veían todos las venas, los ojos ya abiertos, respiraba por sí misma, su manita cogía en uno de mis dedos. El Dr. Calvo me advirtió de los riesgos insinuándome que podía morir y si sobrevivía tal vez tendría problemas. Le miré y le dije: “Vivirá”. Creo que en ese momento yo era el único convencido de que iba a vivir. Subí a la habitación donde estabas y te dije con certeza: “Vivirá”. Te acompañe el resto de la mañana en tú habitación, estabas temerosa y aunque te ofrecieron bajar a ver a Clara, tú no quisiste. Después dijiste que tenías miedo de que muriera y nunca podrías olvidar su recuerdo. Si hubiera muerto, yo nunca me perdonaría no haberla visto viva. Simplemente diferencias. Ese día hubo una impresionante tormenta a mediodía, era como si todo el agua del cielo cayeras sobre León.

    1º AÑO DE CLARA.


Ese verano no salimos de vacaciones, lo pasamos en Villamandos. Íbamos todos los días a visitar a Clara que continuaba en la incubadora. En el otoño  la sacaron, fue su 2º nacimiento y por sus necesidades de oxigeno la tenían con su cabecita metida en una caja de plástico con la que se golpeaba continuamente. Construí una tienda de oxígeno para nuestra hija. La diseñe yo, la probamos en el hospital el Dr. Calvo y yo, comprobamos que funcionaba bien y clara vivió allí casi un año, hasta la Semana Santa del 99. Tuviste un larga depresión, permanecías en casa mientras yo trabajaba, íbamos a ver juntos a Clara, y cuando estuvo en casa, la cuidabas. La medicación nos la preparaban en el Hospital, hasta que en una ocasión observe que estaba deteriorada. Y comencé a prepararla yo en laboratorio (¿Te acuerdas? No se encontraba en las farmacias sus fármacos en dosis tan pequeñas.). Clara cogió un neumonía esas Navidades y vuelta al Hospital, tú otra baja por depresión, yo continuaba trabajando. Te relevaba cuando no trabajaba (mañanas o tardes). Hasta que por fin la llevamos a casa.  Empezamos a jugar con estímulos sonoros, visuales y táctiles. Ese mismo año vendí el piso que tenía en C/ Jaime Balmes. Sacamos limpios 7.000.000 de pts. (Después de amortizar lo que quedaba de hipoteca más gastos)


    A MADRID CON CLARA

         Llegaba el momento de revisar ese diagnóstico que la condenaba a vivir de por vida con corticoides, fuimos a Madrid de consulta al hotel que usábamos la Federación de Químicas, se determinó la equivocación del dictamen y nos dieron cita para una hospitalización de 20 días. Yo pedí un mes de suspensión de empleo y sueldo y nos fuimos a Madrid, turnándonos en el Hospital del Niño Jesús para estar con Clara continuamente. La “desoxidación” de los corticoides era peligrosa y era conveniente estar con ella continuamente.  Todos los gastos también los pagué yo. Pero Clara volvió sin estar  esclava de por vida a los corticoides. Bien invertido.

CLARA Y SUS PROBLEMAS MOTÓTICOS    

Empezó su preparación para vivir. Libre del oxígeno y de los corticoides. Te acuerdas de cuando la dejábamos en el suelo boca abajo y no hacia ningún movimiento. No tenía instinto para reptar.  Cuantas veces, yo (no tú)  recorrí el pasillo a gatas, poniendo mis rodillas detrás de la planta de sus pies y cogiéndola las manitas con las mías y hacíamos los movimientos de reptar. Meses, hasta que rectó. Después, más difícil, sujetándola con un brazo por su barriguita y  más  vueltas por el pasillo hasta que aprendió a gatear. Tú no estabas, aunque estuvieras en casa. Te pasabas el día apoyada en el quicio de la ventana o sentada en la mesa de la cocina mirando por la ventana. Ibas al médico y te medicabas con antidepresivos.

EMPIEZAN LOS TRABAJOS EN TU CASA.


EMPIEZAN LOS TRABAJOS EN TU CASA.



         Ese verano se hundió el techo de Villamandos, de tú casa. Lo reparé yo, pagué yo el material para arreglarlo, estaba tú madre con nosotros. Tú me exigías que no hiciera polvo de una forma precisamente “no amable”. No te jode, dos toneladas de escombros entre pajizo y  barro, sacado a cestos y brazo, poner madera nueva, el onduline, y teja. Colgado en una mísera escalera y jugándome el tipo. Te propuse que volvieras a León con Clara,  pero tú trajiste a tu madre para ayudar. Pobre mujer. Cada vez que tú me embroncabas ella sonreía y se marchaba de la “escena”. Ese año fuimos de vacaciones una semana a Oviedo, en una residencia universitaria muy cercana a un hospital. Fue el primer chapuzón de Clara en el mar. y en un descuido tuyo, cayó de bruces sobre la arena y estuvo así unos instantes sin que tú te dieras cuenta, la habías puesto en la silla sin atarla y ella no podía moverse por su espasticidad muscular.



NACIMIENTO DE JAVIER

         Estábamos muy unidos, Clara nos encogía el corazón. Pensamos en sus dificultades en el futuro y decidimos tener otro hijo. Quedaste embarazada en Mayo del 2000. Antibióticos entró en expediente de regulación de empleo que me incluía. Yo te propuse en casarnos para que en un contexto problemático tuvieras tú y nuestros hijos el máximo margen de seguridad desde el punto de vista legal. Nos casamos en Julio. Clara asistió a nuestra boda y tú ya estabas embarazada de Javier.

         Al final del año compramos el piso de Padre Risco con el dinero restante de la  venta del mío anterior, con una diferencia, que el anterior era solo mío y este pagado con mi dinero. El piso costó 12.000.000 de pts. de los cuales 6.400.000 los pagué yo entre lo que entregué en negro y amortización. Dejamos 2.000.000  para futuras reformas.

         El embarazo de Javier estaba muy controlado y no había riesgos. Yo ya estaba  prejubilado forzoso. Pongo el parquet flotante en toda la casa. Nunca había hecho eso. Sev, tu sobrino, cobrando, se lo merecía y yo, duarte una semana, trabajamos a destajo para que después de navidad (para el nacimiento de Javier) estuviera la casa reformada Tú y Clara  os fuisteis a vivir con tú madre. Cambiamos las ventanas.  Cambiamos todas las puertas de la casa. Estuvimos trabajando hasta unos días antes de su nacimiento, en plenas navidades, lo pagamos con lo que nos sobraba de la petición del crédito hipotecario para la compra del piso.


UN SECRETO BIEN GUARDADO.

        Nace Javier y comienza una nueva etapa en nuestra vida y en nuestra relación,  fue el punto de inflexión. Fueron tiempos de rosas y espinas. Con el nacimiento de Javier y Clara con sus problemas no podíamos relacionarnos mucho y Asun , tú amiga y vecina, venia mucho por casa .  Como el recuerdo más  garbados fue la noche en la que tú, tomando una cerveza en casa, dijiste a Asún, (nosotros casi no salíamos y Asun subía de vez en cuando acompañarnos) y  a mí, que no habías contado al ginecólogo  los de tus dos abortos provocados anteriores al embarazo de Clara, uno a los 18 o 19 años, que te ayudó tu hermano a pagarlo, creo que en Portugal, del  otro no has contado nada, excepto que fue en Londres. 

 Cuando nació Clara me informé de los posibles motivos de las disfunciones del cuello uterino, era el diagnóstico, consultando  a dos médicos amigos que tú conoces, su opinión fue la misma: el traumatismo.

Habíamos echado, ambos, la culpa a tú ginecólogo y él no tenía ninguna responsabilidad. Si le hubieras informado correctamente  Clara, tal vez no hubiese nacido a los cinco meses de embarazo y ahora tendríamos un ser sin deficiencias.

Te reproche no haber dicho a tú ginecólogo “lo de los abortos anteriores”.  Tú respuesta fue: “Es intimidad de la mujer” . Y mi contestación,  lleno de indignación fue algo así : “que no hay intimidad cuando se está jugando con la vida de una persona, y menos la de un hijo”. Discutimos bastante,  con Asun presente, ella te defendía, tú llorabas. Me marche de la sala mientras tú y Asun os fumabais unos porros. Me fui a la habitación de Clara, dormía serenamente,  pensé en su futuro y los esfuerzos que yo estaba haciendo por ella. Lloré hasta vomitar. Creo que fue la primera vez que dormí en el suelo de la habitación de Clara, agotado por el llanto. Mientras que resonaba en mi cabeza esas palabras tuyas, de cuando éramos “novios”  y yo estaba en plena batalla política y sindical: “hay que ser más frívolos”. Todavía ahora al escribir estos recuerdos no puedo contener las lágrimas y la rabia por la frivolidad y el egoísmo.

Pasamos unas semanas tensas. Pero había que suavizarlo. Había niños a sacar adelante y dos casa  que terminar de pagar. Tú seguías con tu aportación de 200 € al mes, pagando la hipoteca de la casa de Villamandos (que era tuya y solo tuya), la electricidad y los gastos de comunidad, yo la hipoteca del piso de León, que era de los dos, más el resto de los gastos de la vida familiar. No me llegaba el sueldo pero a ti te daba lo mismo; disfrutabas de tu nueva condición de liberada (promocionada por mi crédito sindical) y todo lo demás te daba lo mismo.

LA ECONOMIA FAMILIAR ERA….


LA ECONOMIA ERA….


En esos años nuestra económica se distribuía de la siguiente forma:

n  Tú pagabas la hipoteca de la casa de Villamandos (que era tuya) , la “luz”,  los gastos de comunidad, y aportabas 200 € al mes. (180 +60+80+200 = 520€/mes. También comprabas la ropa de los niños, cuando se la comprabas.

n  Yo, la hipoteca de León, y todo lo demás  (comida, pañales, comunicación (,nternet y teléfono), gastos extras (tratamientos de Clara, tecnología para ayudarla, etc. ósea, todo lo demás). No bajaba de 1410 €.. Protestar y pedir que revisáramos el reparto  económico no serbia de nada. Tu nueva situación de “lideresa de la ULE” suponía que “estabas muy ocupada”  (palabras textuales) y no te preocupabas por nada más. Lo básico, de una manera u otra, lo cubría yo. Más tarde, para el juicio,  pedirás a Ignacio (Secretario Provincial de CC.OO)  un informe en el que diga que estabas muy preocupada por tus hijos, que por favor te lo haga según lo pedías para  presentarlo en el juicio. Solo faltó que lo escribieras tú misma. Más tarde podréis leer el escrito de solicitad y el “certificado” del  “sindicalista”.



SOLUICIONANDO LOS PROBLEMAS DE CLARA

Clara había aprendido a gatear, pero no era capaz de mantenerse de pie a pesar de la rehabilitación que la hacíamos tres días a la semana un centro de León, Tú te enteraste de un método que no se practicaba en León, el VOJTA, a través de una chala en la Universidad. Yo consulté con la profesora de apoyo de Clara y me indicó a un compañero del colegio que ya estaba siguiendo esta terapia, me hablaron muy bien de ella. El centro estaba en Salamanca. Decidimos hacer una consulta de evaluación.  Fuimos, y nos diagnosticaron algo así como que Clara no tenía control cerebral de los músculos del  tórax y que el tratamiento estaba muy  adecuada a sus problemas, aunque era muy dura. Iniciamos esta  rehabilitación, brutal, pero dio resultado.  Cuando íbamos a consulta, yo me quedaba con Julián, el rehabilitador y  profesor de Universidad de Salamanca, me enseñaba los ejercicios que debía hacer con Clara todos los días, hacia fotografías de cómo eran los ejercicios , para reproducirlos  en casa a diario. Eran durísimos, ¿Te acuerdas?,  tú no te atrevías a hacérselos, se los hice yo. De Septiembre a Mayo del año siguiente. Clara empezó a recuperar movilidad: comenzó a ponerse de pie.

¿Quién pagaba al Julio y las comidas o cenas, meriendas (dependiendo de la hora de la consulta)?  Íbamos dos o tres veces al mes. Recuerdas aquella preciosa foto de Clara mirando entre las persianas de la consulta de Julio, siempre te gustó mucho. Se los hacía sobre la mesa baja de la sala, yo me ponía de rodillas,  ponía  una manta y sobre ella a esa mínima Clara, espástica y sonriente conmigo y con todo el cariño del mundo la atenazaba sus piernas,  brazos, cuello, tórax, la aplicaba una presión muy brusca en una zona dolorosa: talón, codo, etc.,  conseguíamos que tuviera un “espasmo”, una reacción refleja brusca,  a través de los músculos del tórax. Era lo que queríamos. Otra  consulta a la semana siguiente, o a los diez días, para  medir su capacidad de reacción y nuevos ejercicios. Clara empezó a ponerse de pie. ÉXITO. Lo que costó no lo sé calcular, pero  siempre pagaba yo.


         Recuerdo en esos largos y frecuentes  viajes a Salamanca en los que hablamos de todo, recuerdo sobre todo dos. Uno personal, en el que tú decías que no te sentías satisfecha en nuestra relación. Yo pensaba en nuestros hijos, Javier aun muy pequeño y Clara con sus dificultades. Regresaba a la memoria la conversación con Asún e intentaba controlar los sentimientos que se me surgían con el único fin de sacar a nuestra familia adelante. Otro día hablamos, sobre la posibilidad de crear una “empresa para generar páginas web”. En esos momentos estaba empezando los negocios web, era un buen momento,  y así conseguir  más ingresos en la  previsión  una escalada de gastos por la situación de Clara. Varias veces prometiste ayudarme, pero  nunca pusiste  el más minino interés. La imagen que recuerdo de ti en esa época era la de una chica, apoyada en el quicio de la ventana de la cocina, mirando al infinito mientras que yo, con Clara entre mis brazos, coloreaba dibujos, cogiéndola su manita con la mía y extendiendo colores  sobre dibujos bajados en el ordenador,  a base de repetir los trazos de las letras escritas a mano. Tú decías que yo no entendía “tus necesidades”.  Yo miraba a mis hijos, sobre todo a Clara y me acojonaba, te lo intenté explicar. ¿Cuantas veces  hablamos sobre ello? ¿Cuantas veces callabas? ¿Cuantas veces te ibas a ver la TV como respuesta? A mí me importaban Javier y Clara. Yo me iba a la cama temprano. Tú te quedabas viendo la TV hasta muy tarde. Alguna vez fuiste a la cama a las 5 de la mañana, cuando yo me levantaba para estudiar, o seguías, dormida ya, frente al televisor encendido.

                  Clara comenzó a ir al colegio, primero a la guardería de La Inmaculada, y después al de “María”. Tú la  llevabas tú por la mañana y yo la recogía a la salida A Javier  como se quedaba a comer le recogías tú por la tarde o le sacaba tu madre, que vivía muy cerca.  Tú “trabajabas” y yo hacía la casa,  estudiaba un curso de HTLM. Por las tardes, tú igual, en el quicio de la ventana hasta que ibas a buscar a Javier y te quedabas hasta bien avanzada la tarde en casa de tu madre.  Mientras yo intentaba que Clara se mantuviera de pie sin ninguna ayuda o abordábamos los primeros conocimientos como cualquier niño. Clara se aficionó  a los libros. ¿Has pensado alguna vez la cantidad de libros que han tenido nuestros hijos? 

 Clara, como consecuencia del reflujo esofágico que ha padecido en los primeros años de su vida, comía  fatal. Es la época de los cuentos. Recuerda que para que comiera la inventaba un cuento diferente diario. ¿Cuántas versiones del cuento de Caperucita hice?. Después vinieron otros personajes inventados por mí: El Caballero escudero, el Payaso Kiko, el perro Azul, el Caballero Templario, todo para que se  distrajera durante la comida y se acostumbrara a no rechazar la comida.



MÁS REHABILITACIÓN DE CLARA

         Había que resolver los problemas de equilibrio de Clara, probamos en un centro de Majadahonda (NEOCORTES). A mí me convenció mucho el método Doman que aplicaban. ¿Te acuerdas del nistagmos (oculogiros) de Clara que la impedía prácticamente leer?. Fue la misma época. Yo estaba buscando continuamente información de cómo funcionaba el cerebro y el cerebelo para poder resolver los problemas de Clara. Imprimía informes bajados de páginas médicas, te los comentaba y te los dejaba encima de la mesa de la sala para que los leyeras, estaban semanas sin que los tocaras. Terminaban en la basura. ¿Ese era el interés que tenías por tú hija? Eso sí, en aquel momento tú jugabas continuamente al Tetrix en el teléfono móvil y nunca te faltaba el “porrín” para dormir. Recuerdo un noche mientras quemabas una piedrina de hachís y me decías: “me lo dio Asun, es afgano, muy fuerte, así que pondré poco”.

Comenzamos con el método Doman. Cada tres o cuatro meses teníamos que pasar tres días en Majarahonda para la consulta en Neocortex. Eran visitas de tres días cada una. En alguna ocasión Javier vino con nosotros. Con el tratamiento Clara comenzó a mantener el equilibrio. Recuerdo esa primavera, estando en la terraza de la Cafetería Universidad, al lado de casa, cuando Clara hecho, en forma de exhibición, a correr  por primera vez con esa forma tan particular y rara  producida por su lesión cerebral y también dio el primer salto de su vida. Detrás había meses de rehabilitación en casa: la silla giratoria, gateo, braqueación, rodar, bamboleo y bit de conocimiento. Todo lo hacía y lo pagaba yo. Lo único que compartíamos era la emoción de verla mejorar, porque el trabajo y gasto, no.

A partir de la metodología de los bits de conocimiento, elaboré  fichas para que Clara empezara a leer, escribí 940 palabras en Power Point con letra  muy grande, una palabra por ficha, organizadas por familias y se las pasaba 3 veces al día. Empezó a leer por imagen,  a la vez que ya en el C.P. Antonio Balbuena la profesora la enseñaba de forma silábica. Tal vez eso tenga algo que ver con lo bien que lee ahora y su facilidad para leer.  Tú seguías con algún otro juego y comenzabas a estar liberada, al principio, como todos, por horas.

         En esos momentos encontré una tesis doctoral de la Universidad de New York, financiada por la ONCE,  en la que relacionaba el movimiento de los ojos con el sistema auditivo. Todos dirigimos la vista hacia el lugar donde aparece un ruido. ¿Te acuerdas del programa que hice?  Clara sí. Aparecían 8 dibujos, en la pantalla del ordenador, cuatro del centro de los cuatro lados y otros cuatro de las esquinas y que se movían en línea recta hasta el lado o vértice contrario.  Clara los tenía que seguir con el dedo sobre la pantalla durante un mes. Al mes siguiente a cada dibujo se le  acompañaba con un sonido característico. En el tercer mes se adelantaba el sonido unos instantes a la aparición de la imagen, siempre el mismo sonido relacionado con la misma imagen y con el mismo lateral o esquina donde aparecía. Clara comenzó a mover menos los ojos, comenzó a necesitar tamaño más pequeño de letra para leer, comenzó a ver mejor y a controlar con más precisión sus ojos. Hasta hoy. Tú, antes la pasabas los textos a mayor tamaño. En primero de EGB. En segundo, ya no lo necesitaba gracias a que comenzó a controlar el movimiento de sus ojos.

TU LIBERACION Y GASTOS


LIBERACION Y GASTOS



         En gastos seguíamos igual, tú con los 500 € al mes y cuando protestaba, contestabas iracunda “¡No sé qué haces con el dinero!”  Indudablemente, las mejoras de Villamandos se pararon. Yo me estaba empeñando mes a mes o en cada pequeña reforma. Mientras,  tú empezabas el periplo sindical “muy interesante”. Pasaste a tener cargos en  el sindicato. Miembro de la ejecutiva provincial del Sindicato de Enseñanza como responsable de Universidad (200 afiliados en toda la provincia y 30 en la Universidad).  Vaya mierda. Yo fui miembro de la Ejecutiva Provincial de CC.OO. – 9.000 afiliados y de la Ejecutiva de mi Empresa, solo en ella había tantos afiliados como tenía  tu sindicato en toda la provincia). Esa “responsabilidad”  te llevaba todo el día; sindicalistas liberados. Lo normal era que dos días a la semana tenías “guardias” o reuniones por la tarde, otra tarde te ibas, de compras, etc. Y yo con los niños: apoyando a Clara, a Javier, llevándole al cole, yendo a por él, llevándole a actividades extraescolares, regresando a recogerle, etc. Te llegabas a las ocho o nueve de la tarde a casa después de los cortitos con tus compañeros.

         Mi horario era, levantarme a las 5 de la mañana para estudia Dreamweaver (programa para generar página web), a las 8:00 levantaba a Clara y a Javier, les deba el desayuno y la llevaba a Clara al autobús del colegio, después a Javier al suyo. Hacía la casa, la comida, tendía la ropa, etc. (“marujón”, me llamabas llena de ira al final de nuestra relación). Recogía a Javier, esperábamos a Clara y les daba comer.

         Tú llevabas otro horario. Te levantabas a las 9.30 o 10 de la mañana y después de desayunar te ibas a tus “obligaciones de liberada”, a pesar de no tener horario, llegabas todos los  casi a las cuatro de la tarde. Ni una sola vez viniste a comer con los niños.

Clara  iba por primera vez al C.P. Antonio Valbuena. El primer año que asistió a clase en ese colegio, se cayó el techo de un aula de infantil. Se convocó una asamblea de padres y salí elegido para hablar con el arquitecto municipal. y después de una discusión bastante fuerte con el arquitecto en el despacho del director conseguí que modifiquen todos los techos del edificio de infantil. Al siguiente año conseguí que se hiciera una rampa para la evacuación del edificio de la Calle Sil ya que era un centro con niños con problemas motóricos y el en caso de un desastre no se podía evacuar a los niños con silla de ruedas. Salí presidente de la Asociación de Padres, Secretario Provincial de la Federación de Asociaciones de Padres y miembro del Consejo Escolar del C.P. Antonio Valbuena, durante seis años.  Todas las mañanas, después de dejar a Clara en su autobús  tomaba el transporte público, iba hasta el colegio de Clara, atendía al AMPA (Asociación de Madre y Padres de Alumnos). A las diez regresaba, hacia la casa, la comida, la compra, uff, lo de siempre. Hasta sacar a perro de paseo. Tú, con tus “responsabilidades de liberada”, que por lo que me han contado no eran solo sindicales no tenías tiempo para  apoyar en la familia. El agotamiento y el desprecio, el agotamiento, más tarde, casi me cuestan la vida.

COMIENZA EL COLEGIO : ADAPTACIONES DE CLARA


EL COLEGIO : ADAPTACIONES DE CLARA


         Con la EGB de Clara, ante la imposibilidad de poder escribir a mano, comencé a hacer las adaptaciones a Word de sus textos.  Curso a curso, página a página, se lo escaneaba. ¿Te has parado a pensar lo que eso suponía? Ahora que he tenido tiempo lo he contado: más de 10.000 páginas de Word, entre unas 400 a 600 horas de trabajo al año. GRACIAS A ESE TRABAJO NUESTRA HIJA PUDO SEGUIR SU EGB CON EFICACIA.  Si compraba un ordenador nuevo, un escáner o una impresora siempre protestabas, te enfadabas, diciendo que despilfarraba el dinero, aunque lo pagaba con mi dinero. Claro, los 500 y pico € que ponías al mes para gastos familiares  no daban mucho de sí y tú lo sabias. Nunca preguntaste por la economía familiar, solo protestabas cuando me quejaba del reparte de gastos.

         Por aquella época construí, yo solito el porche de Villamandos. Yo solito, durante dos semanas, poniéndome a trabajar a partir de las doce de la mañana – cuando tú le levantabas- antes había dado el desayuno a los niños, la comida del día  y habíamos hecho las pocas tareas de repaso que teníamos programadas para el verano.   Al sol del a mediodía, abrasándome la espalda en el tejado, mientras tú protestabas agresivamente diciendo que había niños, que no hiciera tanto polvo (con un  tejado de barro y cañizo, que se desmoronaba a cada teja que quitaba), con un andamio de caballetes y cajones, jugándome el tipo, con mucha prisa porque casi todas las tarde amenazaba tormenta, pero lo hice. Cada vez que se necesitaba algo de material (cemento, tejas, yeso, etc.)  y te pedía que fuéramos a por ello- solo tú tenías carnet de conducir y eras la que usabas el coche familiar (que era mío de antes de casarnos)- había protestas y reproches  “por qué no has sacado el carnet de conducir”, decías. Y todo  por no hacer un viaje a Villaquejida (3 KM) o a Benavente  (18 Km), mientras que yo estaba abrasándome al sol de Julio por hacer el porche que tú querías.

         Ese año, Javier comienza el colegio y se me añade el llevarle y traerle diariamente. Por las tardes a actividades extraescolares en la que tu colaboras  al principio,  ya que ibas al sindicato, o donde fuera, le llevabas,  pero como ha pasado siempre, termino haciéndolo yo.

                  A propósito de la vida cotidiana. ¿CUANTOS AÑOS, CUANDO YO LES LLEVABA AL COLEGIO A LAS 8:45 DE LA MAÑANA, TE DABAN EL BESO DE DESPEDIDA ESTANDO TÚ EN LA CAMA?  Recuerdo de aquellos años,  cuando Javier,  muy pequeñito (en 1º de EGB) te daba el beso de despedida y salíamos a la calle en el invierno de León, algunos días a varios grados bajo 0 o lloviendo a mares o nevando o con el suelo lleno de hielo mientras tú continuabas en la cama pudiéndole llevar en coche. En varias ocasiones tuve que volver a casa a por unos pantalones secos para nuestro hijo y volvía al colegio para que se cambiara y no estuviera húmedo toda la mañana, así 4 años. De allí, al colegio de Clara, a ejercer de presidente de la Asociación de Padres, para regresar a las 11 de la mañana  y hacer la casa y la comida. Tú te levantabas las diez, te ibas a la universidad, volvías a las tres y media, comías, te echabas a la siesta en el sofá, te levantabas, ibas a tus “guardias” a CC.OO. o de compras y  volvías entre  las 7 y 9 de la noche. Estabas “liberada” por CC.OO.” de tu trabajo habitual y de la responsabilidad familiar, pienso, y perdonar la ironía.

         Tú, poniendo tus 500 € mensuales (entre el efectivo y las facturas que pagabas)  pensabas que tenías todo resuelto. El resto era tu libertad, tú trabajo sindical, etc. Y realizarte como “mujer”.

         Comenzaste a decirme que no me cuidaba,  que cada vez estaba más “dejao”. Y era verdad. Tú estabas en “tu esplendor sindical” y yo hecho trizas de trabajo y aislamiento social. Si un día no limpiaba la casa a tú gusto siempre decías:  “ limpias por donde pasan los elefantes”, si limpiaba exquisitamente (hasta por la tarde),  me decías: “deja eso, eres un marujón”.  Fueron seis años así. Yo, perdí a los amigos, mi vida social se había deshecho en esta vorágine cotidiana. Cada vez que me acercaba a ti me rechazabas, ni tan siquiera ese  momento tranquilo del día, después de acostar a los niños, en el que nos sentábamos juntos ante la tele podía hablar, aunque fuera de los problemas de Clara, de lo que había encontrado que nos pudiera ayudar en su recuperación. Tú respuesta era: “Calla, ya me lo conaras en otro momento, yo cuando veo una película quiero verla en silencio”. Y empecé, a esas horas, a marchar solo al estudio a hacer fichas de Word para Clara o a preparar páginas Web (La primera página web de un colegio de León fue las del colegio de Clara y la hice yo), leer prensa digital o leer novela.

CARLOS R. EL ARGENTINO

                                                           CARLOS R.





Por aquel momento debió ser cuando comenzaste  a hablarme de CARLOS R. , un hombre extraordinario del teatro argentino, según tú (¿?), que hacía algunos años conociste en un viaje, y que durante esa noche debió ser un “apoteósico” por lo que hablabas de él.

         Por esas fechas,  Clara comenzaba a meterse en internet para consultar temas  de sus tareas  (bajar mapas que no podía dibujar, consultas al diccionario, etc ) y para sus juegos en su tiempo libre. Entonces instalé un programa de control parental, que cada cierto tiempo hacía un volcado de pantalla.

me puede enterar algunas cosas más. Conectaste con el por FB (Facebook) y intercambiasteis una serie de conversaciones por chat que me caían en el control parental. Se lo contaste a Marta Cabezas (una amiga que estaba por Hispanoamérica). Transcribo parte de tus correos con ella.

> From: Ana R.C.
> To: cabezas m.
> Subject: NO TOY LOCA
> Date: Thu, 25 Jan 2007 08:09:04 -0600 (CST)
>
> >Querida Martita:
>Bueno, ya te decía que ayer taba atacá…. , pero hoy ya toy mejor, chica.
>Acababa de tener noticias de un ser al que amé profundamente y del que
>perdí la pista (aún no sé por qué y deseo averiguarlo) hace muchos años. Siempre
>ha estado, de alguna forma, ahí, es como que ese capítulo de mi vida no se
>hubiera cerrado correctamente y siempre volvía su recuerdo. Ten en cuenta
>que nuestra historia fue muy, muy intensa, muy especial, a pesar de la
>brevedad. Siempre estuve segura de que jamás volvería a sentir como este
>tipo me hizo sentir. Y te aseguro que, ese encuentro, lo vivimos ambos de
>igual forma ¿Me entendés? Y su correo de ayer me lo reafirma.
> >    El se volvió a Argentina. Una carta, una llamada de teléfono, ambas
> >entrañables, con anuncio de vuelta a España para trabajar durante un
>tiempo por aquí y reencuenetro.  Y después de eso, perdí su rastro para siempre
> >(hasta ahora, casi veinte años después, es como lo del tango, te
>aseguro).
> >Lo busqué durante mucho tiempo, desesperadamente, pero su casa de Bs. As.
> >la había vendido, y sus amigos de España no tenían noticias de él. Me
>sabía todas las carteleras de teatro de Madrid, me fui allí, a Madrid, muchas
> >veces, por ver si lo encontraba, pero todo intento fue inútil, nada, nada,
> >nada.  Después de varios años, lo aparqué, pero no lo olvidé, te lo
> >aseguro. Como te decía, con más o menos frecuencia, más o menos
>intensidad,  su recuerdo siempre volvía. Tenía que saber qué hostias había pasado,
>joer.
> >               Y, como en tantas ocasiones, en esta crisis actual mía,
> >había vuelto su recuerdo.
>
> >               Pues sí, hace unos días se me ocurrió buscarlo a través de
> >la Red. Teniendo en cuenta que es director de teatro, no fue difícil dar
> >con él y con su dirección de correo, ya que también tiene un estudio
>donde imparte clases de interpretación para actores/actrices. También supe a
> >través de la red que está mayor (vi fotografías suyas), con bastantes
>kilos más encima, que está casado (con una famosa actriz uruguaya), que tiene
>un  hijo… y que le va de perillas en su profesión: no hace más que recibir
> >premios y la crítica lo pone en un pedestal (también a ella). Parecen una
> >pareja feliz.
> >
> >               Bueno, a lo nuestro. En la efervescencia de recibir su
> >correo, en un tono entrañable, con casi todos los detalles de aquellos
>días de los dos, en su recuerdo (me los relató perfectamente), con muchísima
> carga emotiva, pues me puse como loca y como a Carlos (estaba en casa) no
>podía decirle nada, pues te escribí a ti diciéndote lo que te dije: ¡vamos
>a Buenos Aires!. E iremos (tú y yo, quizás en primavera, o verano, o
>cuando podamos) pero no ¡ya!. Antes, tengo que tomarle el pulso a todo esto.
> Tampoco pienso en locuras, sólo pequeñitas, pero tengo clara la  situación,
> >Martita, no me tomes por loca.
>
> >               Bueno, pues eso, que me alegro de que estés bien de nuevo,
> >que disfrutes del chinorri y que vivas tranquila en La Paz. Ahora te toca
> >animar a Máximo y a mí aguantarme un poco esta locura que me está
> >ocurriendo y que me ha despertado muchas cosas, querida. ¡Es genial!,
> >después de tanta nadería…
> >

> >               Besitos, guapa.

> >   Tu Aneta


>   ----- Mensaje original ----
>De: Marta C.
 >Para: ana r.c.
>Enviado: lunes, 29 de enero, 2007 17:41:07
>Asunto: RE: NO TOY LOCA  
>Hola Aneta:
>¿Quieres ir a BsAs en Semana Santa? Yo creo que me voy a animar a hacer una
>escapada intensiva de tango, como me había prometido. En BsAs hace frío en
>invierno (el verano europeo) y estoy de frío hasta las bolingas, así que
>prefiero ir en primavera u otoño. ¿Te animas? Creo que Massimo no
>protestará mucho.... yo tengo pendientes varias cosas de curro y, si concretamos,
>tendría que ver bien mis tiempos, pero estoy con muchas ganas.

>Besos,

>Martita

 Hola Aneta:
Esos ataques de sinceridad... te voy a dar una tunda. Espero que se lo hayas
contado porque te ayuda a enfrentar la crisis, a verbalizar las cosas, a no
acrecentar la distancia con tu pareja. Seguro que así es. Yo, al respecto,
tengo un conflicto entre mi "yo sesentaiochista", partidario de una apertura
en las relaciones de pareja, y mi "yo feminista", que tiene más instinto de
conservación y no es partidario de contar por contar, como si tu pareja te
tuviera que "perdonar" por las infidelidades y saber lo pérfida que eres....
perdónate tú!!!!

¿Qué ha dicho Carlos? ¿lo entiende? ¿la charleta ha sido positiva? Cuenta.
Piénsatelo otra vez, porque yo igual me largo a bailotear. Mira a ver si te
apuntas, reina.
Besines,

Martita

Hola Marteta:
 Sí, esos ataques de sinceridad... Carlos se olía algo y si no se lo cuento pudiera  ser peor. También es cierto que lo de verbalizarlo me venía bien a mí también. La conversación fue tranquila y creo que lo entendió. Ahora bien, una cosa es entenderelo y otra que se le revuelvan los celos y, dada nuestra situación, también miedos, miedo a perderme, miedo a... En fin... también yo tengo esa dicotomía entre el 68  y mi condición femenina. Por supuesto que no le tengo que pedir permiso para nada, ni a él ni a nadie. A mí misma sí. Se lo he dejado claro.

    He estado mirando vuelos a Bs.As. y no me bajan de 850€, lo que es un precio muy elevado para una semana y en esas fechas no me puedo ir por más tiempo ya que no dispongo de más vacaciones debido al momento: elecciones sindicales y negociaciones diversas. Para Septiembre sería una fecha ideal y allí sería primavera.
    No seas cabrona y no me afiles los dientes con esas fotos preciosas.  Si no puedes esperarme, pues mira a ver, pero que sepas que me gustaría mucho ir contigo. Incluso estoy tratando de convencer a la veci ( Asun)  para hacernoslo las tres ¿te imaginas?. El otro día fuimos juntas al cine y nos hicimos unas risas. Le digo ¿te imaginas cómo lo pasaríamos en Bs.As. las tres? y me responde "nosotras, donde nos suelten". Qué jartá de risa nos dio... Bueno no nos dimos cuenta de que nos habíamos equivocado de sala.

    En cuanto al porteño, pues sus correos me llegan con cuentagotas y todavía no me ha contado nada, aunque por las web sé más cosas de las que me cuenta de su vida privada. Buen rollo y muchas emociones. Como te decía estoy tomándole el pulso a esto. Ya veremos...

Besitos para todos.

Aneta

>From: Ana R. C.
>To: Marta C. <cabezasma
>Subject: Ay, ay... qué prisas
>Date: Wed, 31 Jan 2007 01:48:00 -0800 (PST)
> 
>Querida Martita:
>     Me lo pones así, de pronto y no sé qué decirte. Tal vez es demasiado
>precipitado. La Semana Santa está ahí y necesito más tiempo, tal vez. Por
>las ganas, ya sabes, a cualquier lugar, en cualquier momento y, en este
>caso, por supuesto Bs.As. Pero tengo que madurarlo, tengo que preparar a
>Carlos (por cierto, le he contado  lo que está pasando con el otro Carlos.
>Sinceramente, creo que se lo merece. De todos modos, él se olía alguna
>tostada y prefiero ir de frente) y a los niños y yo misma. Justo a la
>vuelta de vacaciones de Semana Santa tengo un curro de morirte, con varios
>procesos de Elecciones Sindicales, por lo que no me podría coger más que la
>semana de rigor.
> 
>También tengo que tomarle el pulso a este reencuentro. Espera un poco,
>anda. Tal vez el otoño sea buen memento, u otro. Entiendo lo del frío. A mí
>me pasa lo mismo y me jodería renunciar a unos días de verano de aquí para
>irme al invierno de allí.

>Seguimos en contacto.
>Besitos.
>Tu aneta
__________________________________________________________________________
----- Mensaje original ----
De: Marta C. <
Para: anarc@
Enviado: miércoles, 31 de enero, 2007 14:26:23
Asunto: RE: Ay, ay... qué prisas

Hola Aneta:
Esos ataques de sinceridad... te voy a dar una tunda. Espero que se lo hayas
contado porque te ayuda a enfrentar la crisis, a verbalizar las cosas, a no
acrecentar la distancia con tu pareja. Seguro que así es. ………..
¿Qué ha dicho Carlos? ¿lo entiende? ¿la charleta ha sido positiva? Cuenta.
Piénsatelo otra vez, porque yo igual me largo a bailotear. Mira a ver si te
apuntas, reina.

 ______________________________________________________________________

Hola Marteta:

Ya sé que las ganas te las metí yo, que estaba atacá, ya te dije, pero ahorita estoy más calma y, además, este tío no está respondiendo to lo bien que debía. Me envío aquella repuesta a mi correo, estupenda, cálida, con los recuerdos vivos y después otro correo con el texto de la obra con la que le encontré en la red, pero nada más. "seguimos en contacto", dice pero no escribe, así que estoy a la espera y bueno... El  proyecto del viaje, por supuesto que sigue ahí, con teatrero o sin él, no te quepa duda. Además, ha estado allí, en Bs.As.  un compañero de aquí, de CC.OO. de la Universidad, un profesor de psicología que, además, es del PC, y me lo ha puesto precioso. Resulta que calleron por casualidad en la sede del Partido Comunista de Bs.As. y a través de una mujer, se fueron a Santa Fe a conocer la obra que están haciendo allí, con el Movimiento Tierra y Liberación, los comedores populares... , y han vuelto encantados. Me dice: Argentina, además de tango, por supuesto, es marxismo y psicoanálisis. Allí todavía hay ganas de cambiar las cosas, no es la desidia y el desencanto de acá.

___________________________________________________________________________

      Con el Carlos las cosas están tensas otra vez, una de cal y otra de arena. Es que es un tirano verbal, te lo aseguro. Tiene que colocar su rollo, como sea y de forma intensísima y extensísima y yo no puedo con ello. Además, ha estado muy celoso y mosqueao con lo del teatrero, pero eso ya no me preocupa. SOY INDEPENDIENTE Y LIBRE. Tengo derecho a ilusionarme,  enamorarme, ...y lo que sea. Me quiero recuperar y estoy reivindicando mi espacio en la casa. El estudio, en principio común, es su zulo y yo no tengo mi espacio para mí solita, sin embargo, el resto de la familia, sí. Me da vueltas en la cabeza vender la casa de Villamandos y separarme. No sé, no sé, estoy muy confusa, querida. Ahora toca aguantar mientras me sereno y buscar el momento de resolver mi vida sin herir, más allá de lo imprescindible, a mis hijos. Tiempo de reflexión.........
   A ver si te salen las cosas guapas. Seguro que sí que tiés un pedaso estreya que no puedes con ella, mi arma. Cómo me gustaría estar en tu lugar...
cosa: el vestido negro tanguero que te presté ¿te lo pones? Si no es así, me lo podías enviar, ya que he adelgazado y ahora me serviría. Además, me estoy buscando clases de tango por aquí.

Si te lo pones, déjalo.

    ¿Tienes el Messenger de voz? ¿Lo intentamos?
    Besitos cariño.

TU ANETA




         Tanta nadería……    con una hija  9 años deficiente visual, meteórica, y problemas de conceptualización numérica (no era capaz de conseguir el concepto de suma o resta)  y otro hijo de 7 años.  “Nadería” será para ti, para mí era una hija que había que sacar adelante, por encima de todo, que ocupaba mi vida, mi mente y mi tiempo. A ti te sobraba mucho de todo. Liberada y sin ningún concepto de responsabilidad ni con tu familia.

         Me decías que Marta te había propuesto ir a Buenos Aires y que tal vez  fueras en Semana Santa. Me contaste también que Carlos Rivas era un director de teatro con mucho   éxito en  Buenos Aires, que había escrito un texto sobre vuestro encuentro y que no estaba publicado. Muy bien, investigue, encontré un  texto publicado que por fechas y su contenido era la descripción de vuestro encuentro. Transcribo algunos párrafos después de copiar algunas conversaciones. ¡¡ Qué bien mentías !!.

Estupenda relación cuando se tienen dos hijos, uno de ellos con  tremendas  dificultades meteóricas y visuales,  el padre de tus hijos ahogado de trabajo para dar a la familia la atención que necesita,  durmiendo en el “zulo” (estudio), a veces quedándose sobre el teclado del ordenador porque ya no puede con la fatiga. No hacía nada ni planteaba nada porque pensaba que la figura de la madre era importante en la primera infancia de nuestros hijos. Preparando el material del curso para nuestra hija, atendiendo la casa, empeñándome porque tú solo pasa 500 € al mes, atendiendo a Javier, etc.…. Ya lo he contado. Estaba mosqueado, claro, pero no por tus devaneos, sino por su irresponsabilidad.


Con Carlos Rivas el resultado de tus conversaciones no fue tan “apasionada” . Después de la sorpresa del primer encuentro, se enfrío. Notó tú “tono” y su madurez le recomendó cortar la relación epistolar.  Pero si te mando el texto que escribió sobre vuestro encuentro. Se titula, ¿Te acuerdas? EL PASAJERO NOCTURNO.  Como no está registrado con derechos de autor copio algunos párrafos"


““Es peligroso viajar aquí... y  está usted mojándose “ 

 Aquella voz  detrás de mí me hizo girar hasta quedar de espaldas al exterior.  Era una  mujer joven que instantáneamente me pareció hermosa, lo que no me ocurre con frecuencia.  De suave  palidez y una refinada elegancia,  su rostro se refugiaba entre las sombras  de un pelo abundante, de color dorado con reflejos rojizos. 
................
“? Tienes fuego?”  Y acercó el cigarrillo a su boca
.…………
Cuando entreabrió sus labios para encender el cigarrillo, sentí  un  aliento húmedo  que me produjo vértigo  y la bese.     

“Por fin”, dijo, y con  un mínimo gemido me apretó contra sí.  Sus labios me mojaron, me mordieron y me chuparon, con una destreza que me hizo pensar en un animal.

De pronto estábamos besándonos y acariciándonos en un compartimiento del tren que corría a una velocidad extraordinaria.   Todo era un frenesí de manos por debajo de la ropa, pieles frotándose, bamboleo del tren, paisajes vertiginosos huyendo por la ventanilla y los gemidos débiles de aquella fabulosa  mujer desconocida.   Me sentía mareado y sofocado,  pero incapaz de detener el desenfreno del deseo que nos arrastraba a ambos, y me deje sumergir en el aire afiebrado que salía de su boca. No sé cuanto tiempo duro aquello, pero finalmente se escucho solo el traqueteo del tren corriendo sobre las vías y la voz de ella [semidesnuda en el asiento de cuero] que entonaba una canción infantil con una leve sonrisa en su boca.  Canturreaba en voz muy baja y en inconfundible lengua gallega.  Si no fuese por aquel contundente correr del tren y la lluvia castigando la ventanilla con tanta solidez, todo me hubiera parecido demasiado irreal.  Pensé que había caído en un abismo, un vacío del tiempo. Pero aquella hermosa mujer de carne firme, sin pudores de ninguna clase, había dejado marcas en mi piel de realidad incuestionable.  
.................

“Me has vuelto como de agua”, dijo dejando de cantar. Y pronunció un nombre que coincidía con las iniciales en mis maletas.

Y cuando ya no tuvo más para decir, dijo que estaba dispuesta a abandonarlo todo si nos bajábamos juntos del tren, en León, y nos íbamos a vivir para siempre a alguna casa sencilla en las montañas. Después dijo que no le hiciera nunca ninguna pregunta sobre sus viajes, que los abandonaría definitivamente pasara lo que pasare. Y cuando terminó de decirlo,  me miró a los ojos  y dijo que ella nunca podría tener hijos  y me preguntó si me importaba.  

   Y después de decir todo lo que dijo - y muchas otras cosas más, que ya ni recuerdo -  acostada a lo largo del asiento con su cabeza en mis piernas, sosteniendo su mirada violeta  en mis ojos, con la respiración pesada, los labios resecos  y una sombra de cansancio bajo los ojos, dijo débilmente  “Fóllame”.   Y se levantó la falda hasta la cintura, dejándome ver  otra vez  la delicada araña rojiza de su pubis.  El fulgor de un relámpago estalló en ese mismo instante exactamente frente a nuestra ventanilla,  iluminando el brillante vello que fosforeció como un coral, al unísono con sus palabras:   “Fóllame ahora... y adentro mío sabrás la  verdadera  medida del deseo...”   La besé  y su lengua era una anguila, y su  boca un río que me arrastraba hacia el fondo, chupándome como un remolino.  “Hazme líquida otra vez...  y  te daré lo que nunca has tenido”, dijo y en su  aliento volví a sentir el olor a almendras de la primera vez. “Tendrás lo que jamás nadie tuvo”. Esa mujer animal me envolvió en la gelatina tibia  que brotaba de su sexo y, envenenada de deseo, me llevó  hasta mis últimos límites  del pudor.
………….

Entré por todas su bocas y  rendí todas mis puertas,  bañados los dos por un sudor lustroso que nos llenaba los pliegues más profundos del cuerpo.  Juntó en su boca las palabras más exactas en las frases más certeras y me las vertió al oído,  sentada sobre mis nalgas y recostando todo el peso de sus pechos en mi espalda.  Nombró las palabras que se dicen  junto a las que siempre se callan,  y escuché el más  oscuro y secreto lenguaje del sexo  asustándome de placer.”.

Hasta aquí parte del relato de Carlos Rivas.

Bueno, falta la despedida, muy significativa.

PD.   Anina, si le das copia a alguien que te la devuelvan. No es bueno que la lean mucha gente ni que "circule por León" tú ya me entiendes, cariño”


No sé hasta qué punto este relato se corresponde a lo que sucedió, tampoco me importa,  y ahora menos. Solo sé que mientras que  agotado cumplía con todas las obligaciones de una familia, pagaba las facturas, atendía a nuestros hijos, mejoraba tú casa de Villamandos construyendo y pagando el material de un porche, preparaba el material que Clara necesitaba para su curso,  llevaba  a Javier  a clase y a las actividades extraescolares, etc. etc.,  tú preparabas un viaje para volver a visitar al  autor de la descripción de la noche en la que os conocisteis.  Claro que estaba mosqueado. PERO NUNCA FUI VIOLENTO. Siempre  que tú eras solo propiedad de ti misma. A MI LO UNICO QUE ME INTERESABA ERAN NUESTROS HIJOS A LOS QUE ME DEDICABA EN CUERPO Y ALMA.