LAS COSAS CLARAS.
Tal vez
sea la clave de todo porque el fondo
siempre es el mismo. Todas tus “maniobras” empezaron después de un verano, con
unas estupendas vacaciones, las mejores que habíamos tenido en familia y que
detrás de ellas estaba en parte el dinero de mi padre. ¿Si no, por qué otros
años no habían sido tan buenas? Pero, ese era un dinero que no controlabas y te
ponía “nerviosa”. Indudablemente, el “holandés errante” de Estella también tuvo
que ver. Tu misma escribías a tu amiga Marta que “ocupaba todos mis pensamientos”.
¿Tus hijos, no?. Y, que casualidad, fue
precisamente cuando se desarrollaba esa relación cuando estalló la crisis. Sé
que no era el único motivo, que la relación estaba muy deteriorada, que el no
poder controlar los dineros de mi padre, aunque yo fui muy generoso, te
molestaba, pero fue el detonador. De hecho, se lo dijiste a Javier.
Y ahora, la pregunta del
millón. ¿Qué has puesto tú en nuestra familia?. ¿Qué has puesto en ella?.
Te
comento temporalizando, cuando compraste la casa de Villamandos muy cara, por
cierto (tú amiga, la que nos la vendió, decía que el tejado estaba bien y se
hundió a los dos años) a tu nombre, usamos 800.000 pts. en su reparación. Mías
procedentes de una indemnización por atropello.
Durante
tres años mi piso estuvo alquilado a estudiantes, de él sacábamos para sacábamos
para pagar la renta del que habitábamos y completar lo demás.
Después
vendí mi piso, con lo que nos quedó libre 8.000.000 de pesetas que depositados
en el Duche Bank durante dos años generaron algunos intereses. De ese dinero se
tiró para los gastos extraordinarios de los primeros años de Clara, con todos
sus viajes. Tú cobrabas tu nómina, de la que pagabas la hipoteca de Villamandos
(era tuya y solo tuya), los gastos de
comunidad del piso y ponías 200 € al mes, yo el resto: alquiler del piso,
electricidad, gas, comunicación y comida.
Cuando
compramos el piso, eso sí, a nombre de los dos yo pude 6.000.000. de pesetas,
cuatro millones pagados en efectivo y en negro y otros dos mediante
transferencia. La hipoteca estaba a nombre de los dos y los dos éramos
propietarios. Tú pusiste solo tu firma. ¡Ni un duro! . De hecho, para el común,
lo único que recuerde que has puesto han sido dos cosas: la habitación de
Javier y la renovación de la cocina. Unos 4.500 €
Yo, para
tu casa de Villamandos: construcción del porche, la calefacción y su
instalación , el cassett de leña y su instalación, cubrir techos de tres
estancia (merendero, cocina y baño), renovar toda la instalación eléctrica,
reparación de paredes y pintura de toda la casa. ¿Has vuelto a hacer algo
tú?. Nada, ni tan siquiera vais por
allí.
Por
último, el último coche le compré yo íntegramente
Valoramos lo que yo he puesto:
Compra de piso de León .- 6.000.000 48.000 €
Compra de coche 12.500
€Invertido en Villamandos al comprar 800.000 4.800 €
Villamandos (porche) 500.000 3.000 €
Villamandos (reparación calefacción) 1.500 €
Casett de leña 1.200 €
Compartir el pago de hipoteca de
Villamandos (14 años) a 240 € mes 20.160 €
_____________________________________
Total puesto por mi
(aparte de lo común) 91.160.
La mitad, puesta en tu casa de Villamandos y el coche
que era de Clara y ya lo has puesto a tu nombre (no querías antes ahorrar
impuestos, ahora no). Eso lo vas a pagar.
Tal vez ese sea fondo de la cuestión. El motivo último. Tu única verdad. Allá tú
conciencia.
En la
última discusión con tu abogada, el verano pasado, ofreció 5.000 € de
gananciales.
Bueno,
pues quédatelos, donde yo voy no los necesito. Debes a nuestros hijos 60.000 €.
Ellos lo sabrán porque en cuanto cumplan 18 años alguien les dará esta carta. No
se lo robes a ellos como me lo has robado a mí.
Quédate
también todos mis libros (más de 700). Quédate también todos los recuerdos de
mi padre. Quédate también las vajillas que traje de Benidorm. Quédate todos mis
cuadros, regalos de mis amigos. Quédate también el poquito oro que tenía mi
padre y que nos dejó en depósito.
Quédate con lo mio, con el recuerdo de cuando la ambición llega a costar
demasiado.
FIN 13/ 06/ 2013.