martes, 11 de junio de 2013

LAS COSAS CLARAS


LAS COSAS CLARAS. 

         Tal vez sea la clave de todo porque el fondo siempre es el mismo. Todas tus “maniobras” empezaron después de un verano, con unas estupendas vacaciones, las mejores que habíamos tenido en familia y que detrás de ellas estaba en parte el dinero de mi padre. ¿Si no, por qué otros años no habían sido tan buenas? Pero, ese era un dinero que no controlabas y te ponía “nerviosa”. Indudablemente, el “holandés errante” de Estella también tuvo que ver. Tu misma escribías a tu amiga Marta que “ocupaba todos mis pensamientos”. ¿Tus hijos, no?.  Y, que casualidad, fue precisamente cuando se desarrollaba esa relación cuando estalló la crisis. Sé que no era el único motivo, que la relación estaba muy deteriorada, que el no poder controlar los dineros de mi padre, aunque yo fui muy generoso, te molestaba, pero fue el detonador. De hecho, se lo dijiste a Javier.

Y ahora, la pregunta del millón. ¿Qué has puesto tú en nuestra familia?. ¿Qué has puesto en ella?.

         Te comento temporalizando, cuando compraste la casa de Villamandos muy cara, por cierto (tú amiga, la que nos la vendió, decía que el tejado estaba bien y se hundió a los dos años) a tu nombre, usamos 800.000 pts. en su reparación. Mías procedentes de una indemnización por atropello.

         Durante tres años mi piso estuvo alquilado a estudiantes, de él sacábamos para sacábamos para pagar la renta del que habitábamos y completar lo demás.

         Después vendí mi piso, con lo que nos quedó libre 8.000.000 de pesetas que depositados en el Duche Bank durante dos años generaron algunos intereses. De ese dinero se tiró para los gastos extraordinarios de los primeros años de Clara, con todos sus viajes. Tú cobrabas tu nómina, de la que pagabas la hipoteca de Villamandos (era tuya y solo tuya),  los gastos de comunidad del piso y ponías 200 € al mes, yo el resto: alquiler del piso, electricidad, gas, comunicación y comida.

         Cuando compramos el piso, eso sí, a nombre de los dos yo pude 6.000.000. de pesetas, cuatro millones pagados en efectivo y en negro y otros dos mediante transferencia. La hipoteca estaba a nombre de los dos y los dos éramos propietarios. Tú pusiste solo tu firma. ¡Ni un duro! . De hecho, para el común, lo único que recuerde que has puesto han sido dos cosas: la habitación de Javier y la renovación de la cocina. Unos 4.500 €

         Yo, para tu casa de Villamandos: construcción del porche, la calefacción y su instalación , el cassett de leña y su instalación, cubrir techos de tres estancia (merendero, cocina y baño), renovar toda la instalación eléctrica, reparación de paredes y pintura de toda la casa. ¿Has vuelto a hacer algo tú?.  Nada, ni tan siquiera vais por allí.

         Por último, el último coche le compré yo íntegramente

Valoramos lo que yo he puesto:

Compra de piso de León .-                     6.000.000               48.000 €
Compra de coche                                                             12.500 €
Invertido en Villamandos  al comprar     800.000                  4.800 €
Villamandos (porche)                            500.000                 3.000 €
Villamandos (reparación calefacción)                                    1.500 €
Casett de leña                                                                    1.200 €
Compartir el pago de hipoteca de
Villamandos (14 años) a 240 € mes                                    20.160 €

                                               _____________________________________

Total puesto por mi   (aparte de lo común)                               91.160.

La mitad, puesta en tu casa de Villamandos y el coche que era de Clara y ya lo has puesto a tu nombre (no querías antes ahorrar impuestos, ahora no). Eso lo vas a pagar.

Tal vez ese sea fondo de la cuestión.  El motivo último. Tu única verdad. Allá tú conciencia.

         En la última discusión con tu abogada, el verano pasado, ofreció 5.000 € de gananciales. 

         Bueno, pues quédatelos, donde yo voy no los necesito. Debes a nuestros hijos 60.000 €. Ellos lo sabrán porque en cuanto cumplan 18 años alguien les dará esta carta. No se lo robes a ellos como me lo has robado a mí.

         Quédate también todos mis libros (más de 700). Quédate también todos los recuerdos de mi padre. Quédate también las vajillas que traje de Benidorm. Quédate todos mis cuadros, regalos de mis amigos. Quédate también el poquito oro que tenía mi padre y que nos dejó en depósito.  Quédate con lo mio, con el recuerdo de cuando la ambición llega a costar demasiado.

                                                        FIN                                 13/ 06/ 2013.