SALGO DE CASA Y DENUNCIA DE MEDIDAS
PROVISIONALES.
En los meses siguientes, hasta el día
del juicio de las “medidas preliminares” transcurrieron con relativa
tranquilidad. Yo llamaba todos los días a mis hijos por teléfono y “ ellos” lo
ponían en altavoz. Lo que no sabías era que cuando está en altavoz, el móvil de
Javier se oía como tú a veces les dabas instrucciones de lo que me tenían que
decir, o simplemente dabas voces para
que yo lo oyera.
Durante esos meses en los que no podía
ver a mis hijos, bajaba a León a media
mañana para verles en los recreos a través de las rejas de los colegios o
esperarles a la salida para observarles, a Clara caminar empujando su mochila
con ruedas y a Javier en su conversación animada con sus amigos. Volvía en el
autobús a mi nueva casa con una mochila llena de lágrimas.
DEMANDA DE MEDIDAS PRELIMINARES
En tu demanda de catorce páginas solo
en dos y medía hablas de mí y de los motivos de tu solicitud de divorcio que
las copio con otro tipo de letra. En el resto son descripciones de la situación
de propiedades,
TERCERO. Carlos
Javier García González, que cuenta en la actualidad con 63 años de edad (14
años mayor que su esposa que cuenta con 48), presenta un problema de doble
personalidad, relacionado con un alcoholismo
crónico que ha venido arrastrando desde hace mucho tiempo, y que en los
últimos meses (si bien hubo desde el principio de la relación algún episodio
esporádico de agresividad), se ha agravado alcanzando tales niveles de
agresividad psicológica hacia la madre de sus hijos y esposa, que ésta teme por su seguridad e integridad
personal física y/o psicológica, por la de el esposo e incluso, por la de sus
hijos.
Comentario .- Desde cuando la abogada
Asesora Jurídica de la Concejalía de
Asesoramiento a la Mujer del Ayuntamiento de León, Dña. Sonia López, puede
determinar que una persona a la que no me conoce, que nunca ha hablado con ella
“presenta el perfil de un maltratador
psicológico muy sutil”
Que también lo ha comentado con la Psicóloga que comenzó a tratar a su hija
Clara, Dª Mercedes González Cañón, y ésta le aseguró que en una sóla y primera entrevista que
habían mantenido ambos padres y la niña, ya se había dado cuenta que el padre
no dejaba intervenir a la madre, y que sólo él pretendía tener todo el
protagonismo de los cuidados y atenciones de la niña.
Comentario .- Mercedes González
Cañón, la misma que tú habías comentado con anterioridad en un e-mail a tu
abogada de fecha 7 de marzo del 2012 que no intervenía porque “los niños no
hablaban mal de mí y su declaración podía perjudicarte”. Llevar yo el
protagonismo ¿Quién llevaba la educación de Clara? ¿Quién la hizo todas las
adaptaciones?¿Quién estaba todos los días en el CEIP Antonio Balbuena? ¿Quién
cuidaba a nuestros hijos a diario?
Con
los números 7, 8 y 9, adjuntamos parte
médico de detección y atención a víctimas de violencia de género de fecha 13 de
Febrero y en el que consta ya expresamente el
día 20 de Febrero la indicación médica de acudir al Juzgado y ponerlo en conocimiento de las autoridades
policiales y judiciales, y cédula de citación para juicio rápido por
delito que se celebró el día 21 de febrero de 2012.
También
se aporta con el Nº 10, Auto de
sobreseimiento provisional de fecha veintiuno de febrero de 2012,
dictado por el Juzgado de Instrucción Nº 4 de los de Léon, en las Diligencias
Urgentes/Juicio Rápido Nº 56/2012, y con el Nº 11, Auto de denegación de
medidas en relación a la orden de proteccion solicitada en la pieza de
situación personal Nº 56/2012.
Comentario.- Ya lo hiciste ¿y qué? Fui sobreseído,
porque la denuncia era tan burdamente falsa que era imposible, en manos de un
juez honesto pudiera prosperar. Por añadidura, esa denuncia la hiciste unos
días antes de que muriera mi padre dando un ejemplo de evidencia “cordura”, con
toda la mala intención que se puede imaginar.
Es debido a sendas Resoluciones
denegatorias dictadas por la jurisdicción penal, y ante la NECESESIDAD
INMINENTE de que se dicten medidas relativas a la guarda y custodia, alimentos
y derecho de visitas respecto de los dos hijos menores, por lo que, de forma urgente, entendemos, han de tramitarse estas medidas
provisionales previas al divorcio, a pesar de que esta parte ha
redactado ya la demanda de divorcio, que se presentará, una vez resueltas estas
medidas, y, en todo caso, en el plazo de 30 días desde su adopción.
La
convivencia, bajo el mismo techo, de ambos progenitores está siendo objeto de
tensiones y temores por parte de la esposa, de tal forma que se hace necesario y urgente el cese de la misma.
Mi
mandante, siente temor de la actitud que pueda tomar su esposo, porque éste ya intentó suicidarse en dos ocasiones
y la primera de ellas con motivo de la separación de su primera esposa con la
que tiene un hijo, Francisco García Rubio, que contaba entonces con ocho años,
y la segunda en el año 2007 cuando Ana María le quería plantear la separación o
divorcio.
Estos hechos de ambos intentos de suicidio, están reconocidos por
el aquí demandado en las D.U. Nº 56/2012,
que se tramitaron en el Juzgado de Instrucción Nº 4 de los de León, a cuyos
archivos nos remitimos, y si bien Carlos Javier nunca ha agredido físicamente a su esposa, verbalmente
sí y con gestos y miradas amenazantes
(especialmente si ha consumido alcohol). Estos menoscabos llegan a hacer más
daño que las propias agresiones físicas por cuanto que minan y destruyen la
autoestima del otro.
La
situación que vive mi representada, la obliga a tomar la decisión de solicitar
el divorcio de su esposo, y todo ello con
el fin de preservar los intereses de sus hijos, evitando así que puedan
presenciar situaciones desagradables o que puedan influir en su personalidad, de cara al futuro.
La primera consecuencia de esta denuncia llena de contradicciones es que
se consideran hechos ya juzgados,
reconociéndolo hasta la abogada de mi ex y sobreseídos fue que por fin pude ver a mis hijos de forma
sistemática, cinco días al mes. A pesar de la solicitud de
“urgencia” aludida por el “bien de nuestros hijos”, el Juez José Enrique García
Presa pospuso la vista tres meses de ella. Yo ya estaba fuera de casa y cuanto
más tiempo pasara mejor para ti. Tendrías
más tiempo para manipular a nuestros hijos y así conseguir que estuvieran a tú
favor, sobre todo porque pensabas llevar al juicio a nuestra hija
(tremendamente prematura y con un coeficiente intelectual del 83 % y con
deficiencia visual), también mejor porque, aunque durante esos meses no te
pasara pensión, tu habías apropiado por lo menos de 6.500 € y eso te daban
disponibilidad económica durante un tiempo. En alguna ocasión, cuando hablaba
con ellos por teléfono, me pidieron dinero diciéndome que no os llegaba para el
mes, que casi no teníais para comer. En dos ocasiones les pedí que te pusieras
tú al teléfono y cuando te contaba lo de la apropiación, las transferencias que habías hecho y de las
que tenía pruebas, me llamabas “hijo de puta”, “carbón” y oía como les decías a
los niños : “veis como papá no quiere pasarnos dinero para vosotros”. ¿No te deba como complemento disponer de
6.500 € para dos meses y medio? ¿Y no te daba vergüenza manipular así a
nuestros hijos?. Te lo habías gastado en
….
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LA VISTAS, DE MEDIDAS PROVISIONALES Y DIVORCIO
La vista
fue una farsa. No he visto jamás semejante insulto a los derechos de las
personas, mayor indefensión también, mayor
desprecio por la verdad, mayor manipulación de los tiempos y de los
procedimientos y por último la mayor ineptitud de mi abogado (Jesús Quintano
abogado de Legalitas en León) que parecía acobardado. El juez José Enrique García Presa, como
dominándolo todo, el abogado de mi ex, José Antonio Iglesias Franco, antiguo conocido
del Juez, muy seguro de sí mismo, se sentó en su lugar. Todo estaba amañado. Al
principio del juicio, el abogado de mi ex y el juez, no se dirigieron la palabra pero al final, una vez ejecutado el esperpéntico
de juicio y dictada la resolución, comentaron amigablemente sobre los hijos,
sobre las futuras vacaciones, etc.
Al
principio del juicio comienza el juez, José Enrique García Presa, revisando las
pruebas, no aceptó algunas de las mías,
entre ellas, un DVD con cinco gigas que
contenía parte de los trabajos que yo había hecho para que Clara pudiera
desarrollar toda su EGB, alegando que no se podían presentar en el momento del
juicio y que no tenían importancia para lo que se juzgaba. Por la parte de mi
ex, si admite una prueba, además sin copia para nuestra parte porque no le
había dado tiempo a hacer fotocopias.
El primer
interrogado fui yo. (¿?) Pienso que en los juicios el primero que tiene que
intervenir es el que demanda, si no, ¿de qué van a preguntar al demandado? Pues
aquí fue al revés. Lo primero que me interroga fue el abogado de mi ex José
Antonio Iglesias Franco y marido de la abogada Marisa Losada Castañé con
preguntas obvias menos en el minuto 30 de la vista, me pregunta por las “vejaciones” de las que se me acusaba, las niego y comienzo a relatar las que ella me
había hecho a mi en los últimos meses ella y después de haber empezado a
contestar y viendo el Juez José Enrique García Castro por qué línea iba mi
declaración , me interrumpe diciendo que
es improcedente la pregunta. Mi abogado, a través de sus preguntas hizo
resaltar mi trabajo dentro de la familia. La que fue “obsesiva” hasta la saciedad para
obtener la respuesta que ella quería fue la fiscal. No me dejaba terminar de
contestar a sus preguntas, me discutía mi intervención, para ella el consumo de
psicotrópicos (marihuana y hachís) no
era un impedimento a pesar de que
después no se levantaba a tiempo para llevar al colegio a Clara, su única ayuda
a la familia. Me hace preguntas sobre la discapacidad de Clara a pesar de tener
todos los informes en el expediente, lo que indica que no se los ha leído.
Después, entra en lo más
importante, en lo “preparado previamente”. Una vista para medidas provisionales
no debe tardar más de un mes, la mía se había pospuesto dos meses y medio. La siguiente pregunta es sobre el tiempo que
llevaba con su madre y la pregunta es muy fácil:”¿En este tiempo que ha estado
con su madre no ha habido ningún problema, ni el colegio ha dicho nada, ni ha
habido ningún problema?”. La contesto que yo no he podido hablar con ellos y
que los colegios con la orden de abandono del domicilio tenían prohibido que
los niños se pusieran en contacto conmigo. Cuando cuento que a Javier, con 11 años, le puso con una cortadora de césped con
el peligro que esas máquinas conllevan, la fiscal contesta “esos son detalles
que no tienen importancia”. … así son las fiscales feminazis. Daba lo mismo, la trampa estaba tendida y no
había forma de escapar de ella. El juez muy experimentado con muchos problemas
en su vida profesional y el abogado de mi ex lo había planificado perfectamente.
(Esta declaración está en la vista 325/12 del Juzgado nº 10 de Familia entre
los minutos 31:28 y 40: 42)
A ella la
empieza a interrogar la fiscal. , Sus contestaciones son seguras, afirmativas,
expone como fundamental que ella conduce y llevaba a Clara a Salamanca y a Madrid para consultas y rehabilitaciones,
además la apoyaba en los idiomas. No dice que eso fue hace muchos años y que el
día a día de la rehabilitación de Clara
la hacía yo, que ella solo era la
taxista. Insiste en los problemas de
higiene ya que a Clara la ducha ella. Me pregunto que si una niña con las
dificultades de Clara que quedase huérfana, la administración de justicia (o de
injusticia) se la quitarían al padre para que la eduque una mujer de los
servicios sociales. Reconoce Ana Robles Campillo que yo hacia las tareas domésticas. Continuamente se
refiere a los primeros años de convivencia, cuando los niños eran muy pequeños,
obviado los últimos años llenos de irresponsabilidad con la familia. La
amabilidad con la que el interrogatorio a Ana se desarrolla contrasta con la
agresividad con la que me había interrogado a mí. Cuando la pregunta por algo que achacar al
padre el único que responde es sobre mi adicción al alcohol, circunstancia que
la misma fiscal admite que no está constatado,
el juez corta el interrogatorio, ya que comenzaba Ana a meterse en
respuestas “no convenientes” para su fin. Cuando la empieza a interrogar mi
abogado comienza a tartamudear, dice que el trabajo de adaptación de materiales
escolares ya no es necesario, reconoce que me dedicaba a las tareas domésticas
y a la atención de los niños. Pero afirma que ella tiene una disposición de
horario amplia y flexible que la
permitiría atender a los niños en estos momentos. ¿No sé porque no lo hacías
antes?.
El resto
de los testigos dijeron la verdad. Manolo, el director del antiguo colegio de
Clara declaró que yo estaba “todos los días” en el colegio, que era el que
hablaba con los tutores y las profesoras de apoyo y que tú me acompañabas en
las reuniones trimestrales.
Tu
amiga y compañera del sindicato, la
misma que asegurabas a tu abogada en el correo donde la enviaste tus testigos y
que iba a declarar que me “había visto borracho” cuando la preguntaron: “¿Le ha
visto alguna vez indispuesto o con olor a alcohol por haber ingerido licores o
algún síntoma de estar ebrio?”, contesto con un escueto “NO”. También dijo que yo acompañaba a mis hijos al
colegio todos los días.
El
gerente de Carriegos dijo que, claro, tú eras la que llevabas a nuestra hija a
la montar acaballo. Tú lo llamabas terapia ecuestre, eras la única que tenías
carnet de conducir y el centro ecuestre estaba a 8 Km de León, pero ningún médico se la había recetado, no
podrás presentar ningún informe en este sentido. Lo presentabas como muy
importante y era una simple recomendación.
El
psicólogo de CEPTECO que después de un mes de consultas hizo el certificado de
que no era alcohólico y que no tenía doble personalidad, además de omitir el
consiguiente informe lo certificó personalmente.
Y por
último, la declaración de Clara, con sus 14 años, con un coeficiente
intelectual del 82 %, con un muy pequeño control social por su inmadurez, la
llevas por testigo para decir que la duchabas tú, que la daba mucha vergüenza tener la regla y que tú la
llevabas a montar a caballo. Nadie la preguntó por quién la adaptaba los
trabajos, por quien la ayudaba en sus tareas, quien la explicaba los temas de
estudio y la ayudaba todos los días a hacer sus tareas.
Hay que ser canalla y
tener pocos escrúpulos para llevar a nuestra hija con su deficiencia visual, con
sus características personales de inmadurez, frente al juez después de dos meses y medio
sin verme. Recuerdo, esa misma mañana, en cuanto me vio por el pasillo del
juzgado, la carrera que echó hacia mí y el abrazo que me dio hasta dolerme el
cuello. Todavía hoy, un año más tarde, en una ocasión me hizo prometerla que yo
nunca la volvería a llevarla a un juzgado.
A pesar
de todo, la fiscal preguntada por el juez, después de reconocer que ambos
éramos buenos padres dio la resolución: Media hipoteca del piso, doscientos
euros por cada niño, de viernes a domingo cada dos semanas. Bueno, por lo menos
iba a ver a mis hijos.
El primer
fin de semana que estuvieron conmigo, Javier me lo indicó muy claramente, “No
queremos estar contigo, hemos venido porque nos obligan”. Y eso lo decía el
mismo niño que dos meses antes, el día del padre, había dicho a su madre en el
restaurante que se sentara en otra mesa. ¿Qué les había pasado?, ¿Qué les
habrías dicho…? Javier estaba siempre con el móvil en la mano, diciéndome que
no podía obligarle a nada, ni a dar un paseo a media tarde, que no podía
pedirle que me acompañase al super, etc.
En una ocasión que quería que se pusiera a leer un libro que le había
comprado el día anterior en vez de ver te llamó por teléfono y apareciste con
un compañero de trabajo (Fernando, catedrático de matemáticas). Hablamos un
momento sobre el comportamiento de Javier y os fuisteis. Me imagino a Fernando,
persona inteligente y sensible, te comentaría algo. Estoy seguro que se sintió
manipulado.
Después,
poco a poco, la relación se fue normalizando. El suavizó la relación con los
niños. Ahora, a un año de lo que estoy describiendo, todo ha cambiado. Javier
quiere venir a vivir conmigo, todos los fines de semana que les tengo me cuesta
convencerle que tiene que volver contigo. A Clara, no la importaría vivir
conmigo. Ya se ducha, ELLA SOLA, en casa no, la duchas tú. A ti te interesa
seguir fomentando la dependencia. A Clara ya no la importa venir si tiene la
regla y aún más, prefiere ducharse aquí, con su adaptación que he hecho en la
ducha. Tal vez, su intimidad también te está alcanzando a ti.